El Aquarium Finisterrae será el primero de los Museos Científicos coruñeses en volver a la actividad. El acuario reabrirá sus puertas tras la pandemia del coronavirus en junio, y para visitarlo habrá que solicitar cita previa. Lo hará, previsiblemente, en algún momento de la primera quincena de ese mes, y con un protocolo de seguridad. La dirección y los trabajadores preparan el terreno para la vuelta de las visitas tras un cierre sin precedentes: “Tuvimos la Casa de las Ciencias cerrada por obras durante algo más de un mes, allá por 2009, pero realmente es un buen reflejo de lo extraordinaria que es la situación que estamos viviendo”, rememora el director de los museos, Marcos Pérez Maldonado.
Además de la reserva de plaza, que podrá realizarse vía web o telefónica, algunas otras novedades en la reapertura serán la señalización de un circuito para recorrer las instalaciones con seguridad y la inhabilitación de todo elemento interactivo y manipulable. Precisamente esta última restricción marca “la imposibilidad de abrir la Casa de las Ciencias y la Domus”, donde el tacto es un sentido fundamental para descubrir cada rincón: objetos, botones, pantallas, joysticks…
¿Se podrá ver cómo se alimenta a las focas? Sí, pero solo los afortunados que tengan hueco a esa hora. “Puede que haya más facilidad para visitar el acuario a mediodía, por nuestros hábitos, y tal vez sea más difícil encontrar hueco en otros momentos”, admite Pérez Maldonado.
Trabajo interno y difusión en redes
A la naturaleza silenciosa de los seres que nadan dentro de los tanques del Aquarium se ha unido, estos dos meses y medio, un nada habitual silencio fuera del cristal. Ni vistas de colegios, ni de familias, ni de turistas. Los brillantes y saltones ojos de los peces parecen llenos de preguntas. Los únicos que les pueden contar lo que pasa son los trabajadores, la única constante en el día a día reciente. “El recinto ha estado cerrado al público pero en ningún momento hemos dejado de trabajar. Estas son instalaciones complejas y necesitan atencion diaria. También se han mantenido los proyectos de investigación”, aclara el director. “En ausencia de público se vive una situación extraña y te preguntas qué perspectiva tendrán los peces”.
Escucha la entrevista íntegra a Marcos Pérez Maldonado aquí (1:25:00).
Si hay que anotar algún pro a la pandemia del covid-19, será el descubrimiento de nuevas vías de difusión de conocimiento y actividades. Las redes sociales han servido para saciar la curiosidad de los habituales y de otros que no lo son tanto, e incluso de personas que no pueden acudir presencialmente. “Hemos estado grabando vídeos con contenidos nuevos, desde una disección de corazón a la mordida de tiburones… Y en el Planetario también hemos descubierto que hay muchas cosas que podemos hacer para mantener el contacto. Estas actividades extraordinarias las vamos a mantener”, anuncia Marcos Pérez.
Gastón tendrá que esperar
Un daño colateral de la pandemia en el Aquarium tiene nombre propio: Gastón. El tiburón toro que reina en los tanques de la sala Nautilus aguarda compañía desde hace tiempo, pero la situación mundial podría dejar el proceso en stand by. El director explica que “estos meses coincidían con la etapa importante de capturas y traslados, y no tenemos claro qué ha pasado en los lugares donde se capturan los tiburones toro: Australia, EEUU, Sudáfrica… Son operaciones complejísimas. Seguiremos intentando conseguir una compañera para Gastón pero, si sucede este año, será un poco de carambola“, asume Pérez Maldonado.