“Alguna vez tendremos que decir que no”. Eran las 12:30 de la mañana cuando el presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña, Antonio Fontenla, entraba en directo en el magazine Distrito 15 de Radio Intercoruña para analizar las últimas noticias sobre la derogación de la reforma laboral. “No lo tengo claro, no. No sabemos si se quiere derogar, aunque otra cosa va a ser que se pueda, porque estamos en unas circunstancias como para andar con chistes”, lanzaba al comienzo. “Si hay algo que funciona, por favor, no lo toques. Y, sobre todo, pregunta a los que saben. Estamos los agentes sociales, que debemos ver las situaciones. Pero nos llevan a un punto final de decir ‘sí o no’. Y alguna vez tendremos que decir que no, claro”. Dos horas después, la CEOE anunciaba la ruptura del diálogo social.
El líder de la patronal coruñesa explicaba por qué, a su juicio, la reforma de 2012 es algo que funciona: “A la generalidad del país le ha hecho crecer y volver a ser líder en crecimiento, y tener un PIB por encima de la media europea”, subraya. Pero si algo no se explica Fontenla es el calendario: “Es el momento menos propicio. La Comision Europea estaba dándonos instrucciones para plantear la recuperación a medio plazo, cómo hay que proteger el empleo, flexibilizar muchos temas de la legislación laboral, y justo en este momento se les ocurre derogar“, lamentó.
El turismo, una muestra
Ante unas cifras macroeconómicas que, confiesa, le parecen “aterradoras”, focalizó ciertas críticas en sectores como el del turismo: “A mí lo que me preocupa muchísimo es que parece que en España vamos en contra de todo. Algunos hablan del 15% y hasta el 18% del PIB, y parece que estamos poniendo todas las trabas posibles. Italia, que está peor que nosotros en lo sanitario, lo está fomentando. Y nosotros les decimos que se pongan en cuarentena 14 días. Para eso, cierra las fronteras y que no venga nadie”. El presidente de la CEC recuerda los vientos a favor que llevaron a nuestro país a tener “más de 80 millones de turistas”: “Había problemas en El Magreb y Grecia y la gente vino a España. Se encontró unas instalaciones hoteleras magníficas, muy buen clima, se encontró con cultura, una vida agradable, una sanidad importante… ¿Y ahora los vamos a expulsar?”.
“Este es un tema que no tiene marcha atrás: en el momento en el que un turista vaya a veranear a un país distinto de España y le guste, no vuelve”
Exportaciones: un golpe histórico
Muestra de la situación que atraviesa la economía gallega está en el récord por abajo que acabamos de conocer: la balanza comercial del mes de marzo se cerró, por primera vez desde que se tienen registros, con un déficit por valor de 1,9 millones de euros y una bajada del 26,7% en exportaciones. “Es insólito. Aquí teníamos un tema curiosísimo, con dos provincias entre las más exportadoras de España: A Coruña entre el cuarto y el quinto puesto, y Pontevedra en el séptimo. Y también teníamos el mayor saldo fiscal de todas las comunidades autónomas, con Navarra. Vamos a ver qué pasa en abril”, dice Fontenla.
“No sé si se quiere vivir en estado de alarma toda la vida para no tener que dar cuentas”
El empresario alerta de los nubarrones que se avistan tras la crisis del coronavirus. “La CEOE y el Banco de España estiman que vamos a caer más de dos dígitos. Y en enero hablábamos, disgustados, de que solo íbamos a crecer el 1,5%. ¡Bendito 1,5%, que nos permitía estar en números azules!”, suspira. Por eso, pide medidas más contundentes: “Cada país está animando a sus empresas a volver. Lo está haciendo Macron con las del automóvil, les da las que quiera si vuelven. Justo lo contrario de lo que hacemos nosotros. Yo no sé si se quiere vivir en estado de alarma toda la vida para no tener que dar cuentas”.
Dos generaciones en vilo
Aunque a su juicio las instituciones comunitarias “se lo están pensando demasiado”, Antonio Fontenla admite que ciertos países pueden ponerse quisquillosos con argumentos: “Yo no sé si es cierto, a mi me dijeron que lo que nos echa en cara la UE es: ‘y ustedes, que persumían tanto de que crecían, ¿por qué no fueron pagando los déficits que tenían? La deuda puede llegar al 120% del PIB, es una salvajada. Es condenar a dos generaciones a tener que vivir malamente”, concluye.
Escucha la entrevista íntegra aquí, a partir del minuto 35: Antonio Fontenla en Distrito 15